Creativamente libres pero conceptuales
The Gift agotan entradas durante tres noches consecutivas en el Teatro de Bellas Artes de Madrid.
El grupo portugués de pop electrónico, The Gift, consiguió colgar el cartel de “entradas agotadas” en el teatro del Círculo de Bellas Artes durante 3 noches seguidas. Y es normal. Sobre todo teniendo en cuenta que el boca a boca sigue siendo uno de los mejores medios de comunicación y de difusión para la música. Lo único que se escuchaba al terminar su actuación eran comentarios como “Qué conciertazo. Se lo recomiendo a cualquiera”.
La banda ya había visitado Madrid hacía más de 6 meses para promocionar su cuarto álbum “Fácil de Entender”. En aquella ocasión eligieron una sala de conciertos para expresar su lado más electrónico y bailable. Su vocalista, Sonia Tavares, explicó durante el concierto que The Gift tiene un lado más íntimo que sólo se puede contar en un teatro frente a un público más reducido. Por eso han vuelto. Sentían la necesidad de mostrarse en su totalidad. Eso es lo especial de esta formación. Con su sonido experimental, que mezcla la electrónica con los sonidos orquestales, son capaces de conseguir canciones dramáticas que emocionan a un teatro o temazos bailables que levantarían a un estadio.
La actuación estaba concebida en dos actos. La primera parte más instrumental y sosegada, con los componentes de The Gift (vocalista, teclados, bajo, guitarra y batería) acompañados por un coro femenino, un arpa y un trombón. Y una segunda parte más electrónica, con todos los instrumentos al servicio de los sintetizadores y de la energía sobre el escenario de su vocalista Sonia Tavares y de su casi director de orquesta Nuno Gonçalves.
La noche comenzó, como no podía ser de otra manera, con su única canción en portugués “Fácil de Entender”. Le siguieron temas como “Front of”, “Me Myself and I”, “Music” o “Ok, Do you Want Something Simple”. Un total de 11 músicos llenaban el escenario y nos hacían disfrutar de todos esos mundos diferentes que The Gift mezclan hasta convertirlo en uno solo. Mezclaron arpas y laptops. Samba y glam. Coros y vocoders. Xilófonos y palmas del público. Arreglos de violines y samplers de Hip-Hop. Versiones de canciones propias remezcladas en directo y versiones de grandes como New Order y Bowie. Juegos de luces que separan ambientes y visuales que te llevan a otros mundos. Nanas y hits de pista de baile. Butacas para disfrutar sentado y espacio para bailártelo todo.
Así son The Gift. Imprevisibles pero controlados. Creativamente libres pero conceptuales. Dramáticos pero positivos. Aparentemente contradictorios pero totalmente armoniosos. Y así fue el concierto que nos ofrecieron. Un concierto en un teatro que podría haber sido un macroconcierto al aire libre. Ojala tuviéramos en nuestro país un grupo de electrónica formado por músicos tan versátiles como The Gift. Esperemos que sus influencias se queden por la península y echen raíces.
in www.mtv.es -21 Ene 2008
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